En la pequeña y remota aldea de Nagoro, situada en el valle de Iya, en la región de Shikoku, Japón, los muñecos de trapo han tomado vida propia y se han convertido en una peculiar atracción para los visitantes. Se conoce como «Nagoro Doll Village» o «El Pueblo de los Muñecos de Nagoro». Esta aldea es el hogar de más de 350 muñecos que superan en número a los habitantes reales.
Historia
La historia de los muñecos de Nagoro se remonta a la década de 2000, cuando una residente local llamada Ayano Tsukimi comenzó a crear muñecos de trapo en memoria de los vecinos que fallecieron o se mudaron de la aldea. Con el tiempo, esta artista local ha ido añadiendo más y más muñecos, cada uno con su propia personalidad y expresión facial, creando una especie de «fantasía» en medio del campo.
¿Cómo funciona?
Los muñecos de Nagoro son colocados estratégicamente en diversos lugares del pueblo, como en los campos de cultivo, en los jardines o en las calles, recreando situaciones cotidianas y escenas de la vida rural. Al caminar por Nagoro, los visitantes pueden encontrarse con muñecos que trabajan en el campo, esperan en la parada del autobús o simplemente disfrutan de un momento tranquilo.
Esta peculiaridad ha atraído la atención de turistas y medios de comunicación de todo el mundo, convirtiendo a Nagoro en una atracción turística única en su tipo. Los visitantes pueden pasear por las calles y descubrir los muñecos, cada uno con su propia historia y significado.
¿Qué opinan los residentes de Nagoro?
Para los habitantes de Nagoro, los muñecos de trapo se han convertido en una forma de mantener viva la memoria de los vecinos que se han marchado, así como de recordar la historia y las tradiciones de la aldea. Además, los muñecos también han atraído a nuevos residentes a la zona, revitalizando la comunidad en cierta medida.
Conclusión
En resumen, los muñecos de Nagoro son un ejemplo único de arte y memoria que ha cautivado la imaginación de miles de personas de todo el mundo. Esta aldea remota en Japón ha creado su propia atracción turística con la magia de los muñecos de trapo, que sin duda dejarán una impresión duradera en aquellos que tengan la oportunidad de visitarla.
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Lucy