Japón es un país lleno de tradiciones únicas y amuletos con significados especiales. El mas popular para la estación del Tsuyu es el Teru teru bōzu, un pequeño muñeco de tela con una historia fascinante y un propósito singular. En este artículo, exploraremos la historia y la tradición detrás del Teru teru bōzu y cómo se ha convertido en un símbolo querido para muchos japoneses, especialmente durante los días de lluvia.
Significado:
El Teru teru bōzu es un amuleto que tiene como propósito alejar la lluvia y traer días soleados. Su nombre proviene de la pronunciación japonesa de «teru» (晴る), que significa «soleado» y «bōzu» que hace alusión a la cabeza rapada que suelen tener los monjes . Así que el nombre completo se traduce como «monje que hace el tiempo soleado».
Este encantador amuleto suele ser hecho de papel o tela blanca y tiene forma de muñeco o fantasma pequeño. Se cuelga en las ventanas o en los árboles y se cree que, si se canta una rima especial, el Teru teru bōzu ayudará a prevenir la lluvia y traerá un día soleado.
Tradición:
La tradición del Teru teru Bozu se originó en Japón, durante el período Edo (1603-1868). Los niños solían construir este encantador amuleto para solicitar un buen tiempo para el próximo día, solían construirlos con entusiasmo mientras recitaban las palabras mágicas: «curandero del buen clima, por favor deja que el clima sea bueno mañana».
Según el Ureshu Koran, una antigua obra literaria, era una costumbre dibujar el rostro del muñeco como una forma directa de pedir que la lluvia cesara.

Actualidad:
En la actualidad, esta encantadora tradición continúa viva entre los niños japoneses. Ellos construyen los amuletos utilizando papel o tela blanca y los cuelgan en las ventanas con el deseo ferviente de tener un día soleado al día siguiente. Esta práctica es especialmente común en los días previos a una excursión escolar o un picnic, cuando los niños anhelan un clima agradable para disfrutar de sus actividades al aire libre.
A día de hoy el Teru teru bōzu es un amuleto muy querido. Ha pasado de generación en generación y sigue siendo una forma encantadora de pedir un día soleado en medio de la temporada de lluvias (Tsuyu). A través de los años, esta tradición ha demostrado la especial conexión que los japoneses tienen con la naturaleza y cómo buscan armonizarse con ella, deseando días brillantes y alegres para disfrutar al aire libre.
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